Sin importar el silencio, yo estoy, y me duele como siempre saber en que andas, y aunque trate de combatir ese sentimiento de vacío y reemplazo, me resulta imposible.
Pareces estar bien y lo cierto es que yo también lo estoy, sólo que a veces me gustaría que estes al lado mío, y no puedo hacer nada al respecto, porque aunque fuera posible, ya no me permito rebajarme más.
Me gusta hablarte por acá, porque no podes leerlo. ¡Cuanta contradicción!
Por primera vez me hice invisible, y es ese mismo poder el que cada tanto me acuchilla, ¿Qué puedo decir? Ya probe con probar todo...
Vos, en cambio estas ahi, estático, presente, lejano y tan pegado a la vez, como siempre y como nunca, esperando el momento culminante para arrastrarme de nuevo, pensando que tal vez será tan facil como lo fue toda la vida, en cambio no, esta vez no lo es, porque no soportaba más ese ir y venir, porque lo único que me tienta es la eternidad.
Pienso que en algun punto voy a convertirme en la mujer que quiero ser, y que llegado ese punto, vos vas a estar ahi conmigo o sin mi, con tus triunfos, observando muy de cerca los míos, poniendo especial atención en mis derrotas, y yo voy a estar reprochándome lo mismo que hoy, por muy feliz que pueda ser, tene cuidado con lo que deseas, se puede hacer realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario