A cada paso vamos a llevarnos entre manos algo especial, porque leo tus ojos y vos lees mi risa, a centímetros, a metros, a kilómetros de distancia. ¡Cuánto poder debes transmitirme! La primera vez que te vi no pude parar de analizar tus pupilas, tampoco pude parar de hacerlo la millonada de lunas y soles que le siguieron a esa primera vez. Muchas cosas nos señalan el sendero, muchas, demasiadas migas nos tiraron para arrastrarnos a nuestro destino, pero lo que me atrapa, lo que me va a imantar hasta que me muera es tu mirada, porque podría si quisiera, volver a verte de nuevo, porque podría acariciarte los parpados, porque sería fácil pasar mis uñas lentamente, eternamente por tus pestañas, porque gracias a Dios, por lo menos te fascina cuando te toco, cuando te siento, pero nunca, y lo digo con triste seguridad, nunca voy a poder atravesar tu alma por ese camino, pero ¡Cuanto quisiera poder hacerlo! Te reflejaste en mi espejo tantas veces, me arrugaste la piel de lejos y de cerca al hacerme sonreír.
No hay comentarios:
Publicar un comentario