el domingo fui al cementerio por primera vez desde que te fuiste, no pise ese lugar desde que te deje ahí, bajo tierra, desde que me despedí de vos para siempre, sin un beso, sin un abrazo. Fue muy difícil, si bien me había pasado lo mismo con el abuelo, con vos fue distinto, ni siquiera habíamos llegado y yo ya tenia los ojos llenos de lagrimas, y temblaba como una hoja. El camino desde la puerta del cementerio hasta donde vos estas se me hizo eterno. Me temblaban las piernas, apretaba con mucha fuerza las flores que llevaba para vos y el abuelo, hasta que llegue y no pude contener mis lagrimas, no puedo explicar todo lo que se me cruzo en la mente y el alma. Ver tu nombre ahí, jamas pensé ni me imagine que tenia que ver tu nombre en esa cruz, y mucho menos ver la foto del abuelo en esa cruz también. Se fueron los dos, con dos años de diferencia, pero se fueron, ya no están, y no van a volver. Creo que nadie puede explicar el vació que se siente dentro, solo el que lo paso, es muy difícil que alguien que no haya pasado por esto pueda explicar lo que se siente en el alma.
Soy una egoísta, y les pido perdón, perdón por no querer dejarlos ir, por querer retenerlos conmigo, se que es imposible, pero deseo tanto dormirme, despertar y que todo haya sido una pesadilla, deseo tanto volver a verlos, abrazarlos, todavía espero tu llamado abuela, cada vez que suena el teléfono mi alma me pide que seas vos, y se que eso ya jamas va a pasar, ya jamas te voy a escuchar, ya no los voy a escuchar, y el dolor que siento no se lo deseo a nadie.
Los extraño tanto. No tengo ganas de nada, me siento sin fuerzas, mi ultimas fuerzas se las llevaron ustedes, ya no tengo nada, quiero dormir y no despertar por un buen tiempo, por lo menos hasta que sane este dolor.. aunque.. no se puede sanar este dolor.
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